La idea de hacer un viaje fuera de nuestras fronteras llevaba tiempo rondándome la cabeza. Sólo faltaba ponerla en práctica, elegir el lugar y saber qué personas estarían dispuestas a apuntarse. El tema del lugar no era una cuestión fácil:!hay tanto por ver y me gustaría visitar tantos sitios! Quizás no hubiera elegido Londres antes que Roma o París, pero teniendo en cuenta que estas ciudades si las conocían varios de mis amigos mientras que Londres era desconocida por todos, fue más fácil elegir.
En honor a la verdad, la primera persona que me habló de hacer un viaje a Londres fue Candela. En principio seríamos tres: ella, Rafa y yo. Pero era un proyecto en el aire y no se había concretado nada. Fueron pasando las fechas y había que actuar pronto ya que queríamos ir en agosto por el tema de las vacaciones. Rafa me aseguró que iba a ir mientras que lo de Candela no era tan seguro por varias circunstancias. Convenimos en decírselo a varias personas por si les molaba venir.
El caso es que prácticamente las personas que dijeron que sí en un primer momento son las que se unieron al viaje finalmente, a saber: Andrés, Rafa, María, María Luisa, Noelia y yo. Candela al final no pudo venir.
Tras peinar la web por todos lados decidimos contratar el viaje con Marsans, que vista la oferta era de lo más barato. El viaje sería del 5 al 10 de agosto de 2008 y nos alojaríamos en el hotel Royal National (***), en régimen de alojamiento y desayuno. Volaríamos con Iberia en vuelo con escala en Madrid tanto al a ida como a la vuelta. Además teníamos incluido el desplazamiento del aeropuerto de Heathrow al hotel. Todo salió por algo más de 700 euros.
Hotel Royal National
Consejos
El precio nos salió realmente bien aunque en principio pueda parecer lo contrario, y digo esto teniendo en cuenta varios factores que hacen que para lo que podía haber costado resultara barato:
1) Viajamos a Londres en la época más turística del año para esta ciudad (exceptuando la Navidad), con lo que implica esto en cuanto al incremento del precio del viaje.
2) Nuestro hotel, Royal National (***), sin ser un super clase estaba bastante bien, un hotel de grandes dimensiones y, sobre todo, muy bien ubicado, prácticamente en todo el centro de Londres con lo que nos pillaba muy cerca de los sitios principales de la ciudad y lo que significa esto respecto al ahorro de transporte (que como ya veréis no es nada barato en Londres). Evidentemente un hotel en la periferia nos hubiera salido más barato (aunque finalmente los precios se hubieran quizás igualado por razones de transporte).
3) Esperamos casi hasta una semana y media antes de la salida planificada para contratar el viaje. El motivo principal fue tensar la cuerda hasta el final para ver qué personas podrían unirse finalmente al grupo. Esto, lógicamente, pasa cuando se organiza un viaje de esta índole por primera vez pero sirve de experiencia para posteriores viajes. Y es que nunca, perdón, NUNCA se debe esperar tanto tiempo a la hora de contratar un viaje (sobre todo si es a una ciudad como Londres en agosto). Esto nos supuso un mayor precio en el hotel y la única posibilidad de contratar vuelo con Iberia, descartando toda posibilidad de volar con una compañía de low-cost o bajo precio tipo Ryanair, Clickair o Vueling porque con tan poco margen de tiempo para reservar vuelo te salía prácticamente por el mismo precio. Así, el vuelo con Iberia nos costó algo más de 300 euros (como veis la mayor parte del precio del viaje) y encima tuvimos que aceptar que el único vuelo que quedaba era con escalas en Madrid (algo que influiría posteriormente de forma negativa en nuestro viaje). Tengo claro que para otro viaje la forma de actuar debe ser comunicar que se va a realizar ese viaje y el que se quiera apuntar que se interese, sin acritud. :P
Por todo esto, y alguna razón más, digo que dentro de lo que cabe el precio no fue malo. Evidentemente podría haber sido más barato (estoy seguro que alguno de los que me leen podría haberlo conseguido más barato, pero como la organización del viaje prácticamente quedó en manos de María Luisa y en las mías y ninguno de los dos estábamos acostumbrados a planificar viajes pues nos limitamos a elegir la mejor opción de las miles que vimos).
En el siguiente capítulo hablaremos de la salida hacia Londres y la odisea en el Aeropuerto de San Pablo (Sevilla).
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