El martes 5 de Agosto de 2008 era el día de nuestra salida hacia tierras británicas, pero la cosa no iba a ser tan fácil. No obstante, como dijo Jack el destripador (viene a huevo con Londres), vayamos por partes.
Previamente al viaje, mi prima María Luisa y yo nos habíamos pertrechado en el Carrefour de un buen surtido de fiambres: jamoncito, salchichón, chorizo ibérico, mortadela siciliana, queso cheddar y dos o tres paquetes de patatas por si se le antojaba a alguien. También nos pasamos por el Nuevo Corte Inglés (el que han unido al Hipercor) y compramos la Guía de Londres de El País (la de formato pequeño). Nos costó 9 euros y la verdad es que nos dio muy buen resultado (también es verdad que con la cantidad ingente de información que yo había sacado de internet se había facilitado mucho la tarea, pero en cuanto a mapas y demás es bueno contar con una guía). Las Lonely Planet son las mejores pero también son poco asequibles para un bolsillo medio.
Pues bien, saldríamos de mi barrio alrededor de las 15.00 ya que el vuelo salía a las 17.15. Se eligió salir de mi barrio ya que la mayoría éramos de aquí, pero antes fuimos a recoger a Rafa a su casa. Primer contratiempo: Rafa se había lastimado el pie días antes y tuvo que llevarse un bastón que se hizo bastante popular durante todo el viaje, dándole un aura de misterio que hacía que la gente lo respetara más aún de lo que lo respetan :p
Llegamos a Valdezorras City, ciudad sin ley, y ahí estábamos todos ya, los seis intrépidos que se iban a ir a la Pérfida Albión. Nos fuimos en tres coches: en el de mi primo Joaqui íbamos Andrés y yo; en el de la madre de María iban María y mi prima Mari y en el de mi tío Joaquín, aparte de mi tía María, Noelia y Rafa. Tras solucionarse la pérdida instantánea de algún coche (entrando por la parte destinada a las salidas en vez de la destinada a las entradas), llegamos al Aeropuerto.
Lo primero que hicimos, para quitarnos ya algo de presión, fue el Check-in, o sea, facturar las maletas. Ningún problema, todo perfecto. Y entonces se dio la situación que cambió nuestro destino :p Rafa se encontró con una ex-compañera de Publicidad (muy guapa, por cierto, a ver si me la presentas de nuevo :p). Esta chica se encontraba allí haciendo tarjetas de crédito de un banco que ofrecía varias gangas en cuanto a viajes y descuentos y nos pidió un favor: que nos sácaramos la tarjeta (que después podríamos anular sin siquiera empezar a usarla) para así sacarse alguna comisión supongo. Pues bien, Rafa me lo comentó y yo accedí. Ambos nos hicimos las tarjetas y de pronto veo que Andrés, que estaba lejos cuando la chica nos pidió el favor, se encuentra sacándose su pertinente tarjeta. Cuando termina, me acerco a él y me dice que no sabe para qué coño es pero que él también se la ha sacado. Primer descojone de los dos.
Pasa algo de tiempo y, aunque aún vamos bien de horario, mi tío Joaquín (que aún se encontraba en el Aeropuerto) comienza a meter presión para que vayamos ya a embarcar. Al ratito, y tras esperar que Andrés se fumara su correspondiente cigarrito, nos fuimos para dentro. Pasamos los pertinentes controles de seguridad sin problema y nos fuimos a nuestra Sala de Embarque. Sin embargo, antes de meternos en ella, decidimos tomarnos algún refresco en una de las cafeterías. Allí descansamos tranquilamente (!infelices de nosotros que desconocíamos el estrés que tendríamos que afrontar más tarde!).
0 comentarios:
Publicar un comentario